miércoles, 8 de octubre de 2014

2064

2064: Una visón perfecta.
Ángel .J Becerra Juárez
El peor miedo es aquel que se le tiene a lo inevitable, y  aunque el concepto de “inevitable” es algo que se puede debatir, ciertamente el tiempo transcurre sin dar señal de final aparente; Es contante, imparable y no distingue entre creencias. Todos somos parte de una línea  que no conoce más que una dirección. Si bien pensar a futuro no es extraño y forma parte del día a día de una persona prudente, cuando intentamos dilucidar el tiempo en cincuenta años, pequeñas contradicciones de nuestro subconsciente nos alejan de la idea de tener un futuro prometedor. El calentamiento global, la extinción cada vez más rápida de especies y la constante amenaza de una guerra que pueda valerse de armas nucleares, son solo el principio de una lista interminable de puntos en nuestra contra.  Se  necesita ser demasiado optimista para creer que los problemas que apremian nuestro presente se desvanecerán con el pasar tiempo.
Aunque el optimismo no forma parte de mis virtudes, a diferencia del alarmista promedio, que piensa que  nuestra raza vera su ocaso en la próxima mitad de siglo, yo creo fervientemente en que los seres humanos lograremos sobreponernos  a cualquier desastre, ya que al igual que cualquier ser vivo, estamos dotados de un sentido de auto preservación, no solo como individuos si no como especie. Sobrevivir es un concepto presente en cualquier visión del futuro, así que me es menester citar a Charles Darwin “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. Y si de algo ha demostrado ser capaz nuestra especie, es de adaptarse.
De manera que la pregunta no es si sobreviviremos a los años venideros, la  verdadera pregunta es por qué tendremos que pasar para lograrlo y  si el mundo que nos espera valdrá la pena.  Si bien nuestro futuro no será completamente gris, puedo asegurar que el mundo no tendrá el mismo color. Lo que viene  a continuación son pequeñas predicciones sin  fin profético, de lo que para mí será el futuro, enfocando solo en tres áreas con el fin de que el lector se cuestione si en verdad  desea vivir  ese mundo.
RELIGION Y CREENCIAS.
PROCESO:
 Los imperios milenarios basados en milagros comenzaran a caer después de las primeras detonaciones, sus más fervientes creyentes caminaran agonizando  por el dolor de las quemaduras rumbo a sus templos,  que aunque intactos  estarán cargados de radiación. Se inclinaran ante su dios y con el último suspiro proveniente de sus pulverizados pulmones susurraran al cielo “¿Por qué?”. Los primeros días los líderes  trataran de responder, aunque inútilmente, ya que cada explicación formulada, será derrocada por el próximo estallido en la agenda. En un intento deberán de retorcer las palabras de sus propios libros, intentando hacerles creer  que todo era parte de un plan astral. Desesperados intentaran  reparar el daño con su basta reserva de oro, pero  no habrá manos lo suficientemente fuertes para cargarlo. En su intento final ofrecerán la muerte como solución, los más ingenuos llenaran las plazas con su propios cadáveres, mientras que el resto colgara a sus líderes desde los monumentos a la paz, y huirán a refugiarse bajo el techo del hombre sabio.
 Más de uno vera la oportunidad de autoproclamarse como líder de un animal sin cabeza,  intentando erguir una nueva estirpe de personas que sigan sus propios intereses, pero ninguno tendrá el encanto del mesías original. Sin ser tiranos en su totalidad, conducirán a sus seguidores a la muerte, una muerte peor que la producida por la energía atómica, una muerte por una fe falsa. En una etapa final, antes de alcanzar “la verdad absoluta” se realizaran interminables cruzadas filosóficas y existenciales, para encontrar ese alguien en quien creer.
FINAL:
¿El hombre necesita  a Dios, o Dios necesita al hombre?, una idea tan simple y tan reveladora se presentara en las mentes  que no perecieron,  una idea que liderara un nuevo movimiento no solo religioso también social. Les tomara décadas teñidas de rojo y días negros, para darse cuenta de algo que para una minoría era evidente, una verdad que siempre estuvo ahí, pero fue ignorada y opacada por la promesa de mejorar milagrosamente  lo inmejorable. Recordaran las palabras “Dios es el título de un magno problema” (Zubiri, Xavier.1984) Entenderán que en un mundo como el suyo, en el que la llama de la vida humana se encuentra amenazada por el lago del infinito,  no existe un ser más allá de ellos a quien culpar, son ellos la causa del problema, y serán ellos la solución. Se harán escépticos a los milagros y dejaran de  dedicar sus peticiones  al cielo, guiaran su fe a lo único real, en lo único que pueden confiar…  Confiaran en ellos mismos. Por primera vez la fe será hacia el hombre mismo, se entenderá  como una verdad absoluta, que pondrá a la raza humana en el centro del universo, los hará responsables de su pasado  y lo que suceda en el futuro. “Dios y hombre” uno solo.  Creerán en sí mismos,  tanto en los días soleados como en las noches oscuras, serán  hombres absolutos que encontraran fuerza en su dios,  que  son ellos mismos. Un hombre que cree en el hombre.
ESTRUCTURA SOCIAL Y FORMA DE VIDA
PROCESO:
 Las más grandes metrópolis serán las primeras en desaparecer en el umbral  de los hongos nucleares, dejando  a los titanes pioneros de los cielos, sepultados en toneladas de acero. La población se reducirá;  perecerán niños, madres, gobernantes, ancianos; la violenta energía no es piadosa. Los hospitales se volverán inútiles al igual que todo aquello que dependiese de electricidad.  Aquel pulso proveniente de lo profundo, apagara las luces y  nos recordara el por qué le temíamos a la oscuridad. Afortunados serán los que al primer resplandor se marchen ya que los que sobrevivan tendrán que observar el desfile de  cuerpos, al ritmo de colores tóxicos.
Tomaran cada moneda y cada billete, se sentirán seguros, sin saber que el valor ha quedado  sepultado junto a sus sistema. La comida será amarga sin importar el supermercado del que venga, a cada bocado consumirán su propia vida. Formaran grupos  de familia y desconocidos, para cuidarse las espaldas de un enemigo que no conocen. Encontrar paz en el movimiento
 Su cabello se   caerá, sus músculos desparecerán   y comenzaran a vomitar sus propias entrañas, pero así  será como comprenderán el gran peligro del calor invisible. Despertaremos un día con la piel desprendida de la carne, para darnos cuenta que todo ha cambiado. En tan solo unos meses la población se reducirá a la mitad, pero la mitad que viva huira a los campos verdes, en busca de un pedazo de tierra sin manchas radioactivas.
FINAL:
Se tomaran decisiones que podrán paréceles crueles ahora, pero ustedes no son ellos, nuestra mente aún permanece virgen ante asuntos catastróficos.
Responderán con pánico hasta que las cenizas de la anarquía se disipen, para luego comenzar a razonar. Dejaran el futuro en las manos, no de las personas con las mejores intenciones altruistas, sino en las de aquellos  que sepan distinguir el valor de la comunidad sobre el del individuo. Daremos aquel gran paso rumbo al tan temido comunismo y un poco más allá. No será desesperación será simplemente evolución. El capital y las clases sociales desaparecerán, las personas tendrán valor acorde con la función que desempeñe en la comunidad… Por fin su valor  será real.
Los lugares en los que la vida podrá desarrollarse plenamente, serán  pocos, que se restringirá el acceso solo a las personas que sean útiles para la comunidad. La vida se volverá  bicolor, con tono blanco dentro de las nuevas ciudades y negro en el salvaje entorno fuera de ellas.
Negro: Las personas expulsadas de las nuevas sociedades, serán personas productivamente inservibles, en su mayoría ancianos y discapacitados. Se verán obligados a deambular por los restos de las antiguas ciudades tan expuestos como un nervio. Les dejara de importar su vida, muchos de ellos acabaran  con ella antes de  defenderla y  los valientes que afronten la realidad deberán de perder su dignidad, se volverán en un especie intermedia entre el ser humano y las bestias.
Blanco: Aunque pequeñas en tamaño las ciudades serán tan altas como pocas en el pasado. Atravesaran las nubes edificios llenos de personas apiladas una sobre otra, mientras que las redes de cables  impedirán  que la luz del sol atraviese .No existirá edificio inútil, nada en la nueva vida lo será, todo será esencial. Nos despediremos de hobbies  como el cine y el teatro, porque no habrá espacio para recintos; la música dejara de crearse a falta de instrumentos, los deportes se olvidaran  por la carencia de jugadores; De ellos solo quedaran el legado que logro documentarse.
La vida será rutinaria, pero segura. La voluntad y la creatividad serán casi nulas, nos limitaremos a disfrutar lo existente, olvidaremos nuestros propósitos personales y solo buscaremos  satisfacer los instintos más primitivos. El ser humano dejara de ser individuo y se tornara en comunidad.
MORAL Y VALORES
PROCESO:
Intentaran aferrarse a los discursos de amor y respeto, de los cuales  en su tiempo tanto  se enorgullecieron de haber creado, pero será imposible. Después del caos producido por las explosiones, verán caer uno a uno, aquellos valores en los que fundamentaron su vida. Observaran la verdadera naturaleza del ser humano, verán a personas hundidas en  la desesperación  devorarse entre sí y  a madres cambiando a sus hijos por recursos. La avaricia consumirá  a los dueños de las grandes reservas, la gula será su propio verdugo. Incluso los más admirables ciudadanos dejaran atrás  sus principios, cuando encaren la terrible realidad. Todos se corromperán poco a poco.
 Nadie nunca fue puro, solo fingían; en realidad nunca les importo lo que tanto aclamaban. Se volverán egoístas, asesinos, traicioneros etc. serán la cara opuesta de su antiguo yo.
FINAL
¿Que son los valores, sino la representación  opuesta de nuestra naturaleza? Son simples palabras basadas en nada, que no hacen más que mellar la  ya marginada libertad. Basar  los lineamentos de conducta de una sociedad, en la simple idea de lo que para algunos es “correcto”, no es más que una simple mentira.
 El  hombre nunca ha podido seguir fielmente las reglas,  ya que siempre existió esa necesidad de ir más allá de lo permitido, esa sensación de libertad suprema que invita a vivir. Aun  sabiendo esto, se siguieron creando manuales y normas de acción y pensamiento;  Simples palabras que intentaron marcar el camino amarillo. Aunque funcionales por momentos, las reglas de la sociedad moderna tenían un error evidente, no son universales. El ser humano es impredecible por naturaleza.
Todos mienten, si todos miente, no hay nada real, ni siquiera  las personas lo son, ¿Porque deberían de serlos simples palabras como lo son los valores? Tal vez todos somos parte de una gran mentira, que  gira alrededor del más grande engaño, llamado moral. 
Solo hace falta un mal día para que una persona abandone ese tenue camino; no son más que  corderos caminando en hielo intentado seguir el rebaño. No bastara más que un poco de inestabilidad en nuestro futuro, para perdernos en la completa e insana libertad que tanto anhelamos y tememos
CONCLUSION
Somos una camada de miserables, nacidos justo entre los tiempos del descubrimiento y el caos. No tuvimos la dicha de forjar nuestro planeta, hemos recibido un mundo que fue hecho por los padres de nuestros abuelos, y que aun ahora solloza por sus errores. Intentar sanar los estigmas que se encuentran a nuestro alrededor es inútil, las heridas son tan profundas que  trascenderán incluso nuestra generación, no queda más que esperar a que el lejano horizonte del futuro se acerque, sin importar lo mal que luzca. Solo somos el daño colateral de las decisiones de nuestros antepasados, vivimos injustamente  lo que  ellos esperaban vivir.
Pero al igual que las malas decisiones, somos capaces de observar los aciertos del pasado, que aunque reducidos en comparación con los errores, dan toques  de color a nuestra existencia; vuelven al pasado una constante de equivocaciones que valieron la pena.
Aunque nuestro presente no luzca de todo mal, lamentablemente no pasaremos toda nuestra vida estáticos en esta porción de espacio tiempo,  ya que como mencione al inicio, el tiempo desfila al ritmo de los segundos. No debemos temerle, pero tampoco podemos ignorarlo, ya que el futuro está cada vez más cerca.
La generación a la que pertenecemos, se ha acostumbrado a un estilo de vida lleno de comodidades y extravagancias. Crecimos en un entorno que siempre nos incisito a pensar a futuro de manera positiva, nos hiso creer en los finales felices y que todo  podía repararse con un “perdón”,  nos mantuvo en sueño  de lo esperaban que fuese. Pero todo sueño acaba cuando la hora en el despertador llega. Nuestra hora está a punto de resonar en nuestro oído, los matices de nuestra vida diaria son cada vez más opacos, las cosas buenas están terminando, y la impaciente sombra de la realidad se acerca.

En lo personal jamás pensé en mi vida dentro de cincuenta años y ahora que lo hago, desearía nunca haberlo hecho, la idea de abandonar todo lo que apreció es aterradora; Crecí siendo un soñador,  y ahora que sé, que más temprano que tarde deberé despertar, tengo pánico. Siendo soñador o no,  soy libre, aun puedo elegir no elegir nada, estoy a tiempo de evitar el terrible sonido del despertado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario