2064: Una visón perfecta.
Ángel
.J Becerra Juárez
El peor miedo es aquel que
se le tiene a lo inevitable, y aunque el
concepto de “inevitable” es algo que se puede debatir, ciertamente el tiempo
transcurre sin dar señal de final aparente; Es contante, imparable y no
distingue entre creencias. Todos somos parte de una línea que no conoce más que una dirección. Si bien
pensar a futuro no es extraño y forma parte del día a día de una persona
prudente, cuando intentamos dilucidar el tiempo en cincuenta años, pequeñas
contradicciones de nuestro subconsciente nos alejan de la idea de tener un
futuro prometedor. El calentamiento global, la extinción cada vez más rápida de
especies y la constante amenaza de una guerra que pueda valerse de armas
nucleares, son solo el principio de una lista interminable de puntos en nuestra
contra. Se necesita ser demasiado optimista para creer
que los problemas que apremian nuestro presente se desvanecerán con el pasar
tiempo.
Aunque el optimismo no forma
parte de mis virtudes, a diferencia del alarmista promedio, que piensa que nuestra raza vera su ocaso en la próxima
mitad de siglo, yo creo fervientemente en que los seres humanos lograremos
sobreponernos a cualquier desastre, ya
que al igual que cualquier ser vivo, estamos dotados de un sentido de auto
preservación, no solo como individuos si no como especie. Sobrevivir es un
concepto presente en cualquier visión del futuro, así que me es menester citar
a Charles Darwin “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la
más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. Y
si de algo ha demostrado ser capaz nuestra especie, es de adaptarse.
De manera que la pregunta no
es si sobreviviremos a los años venideros, la
verdadera pregunta es por qué tendremos que pasar para lograrlo y si el mundo que nos espera valdrá la
pena. Si bien nuestro futuro no será
completamente gris, puedo asegurar que el mundo no tendrá el mismo color. Lo
que viene a continuación son pequeñas
predicciones sin fin profético, de lo
que para mí será el futuro, enfocando solo en tres áreas con el fin de que el
lector se cuestione si en verdad desea vivir
ese mundo.
RELIGION
Y CREENCIAS.
PROCESO:
Los imperios milenarios
basados en milagros comenzaran a caer después de las primeras detonaciones, sus
más fervientes creyentes caminaran agonizando
por el dolor de las quemaduras rumbo a sus templos, que aunque intactos estarán cargados de radiación. Se inclinaran
ante su dios y con el último suspiro proveniente de sus pulverizados pulmones
susurraran al cielo “¿Por qué?”. Los primeros días los líderes trataran de responder, aunque inútilmente, ya
que cada explicación formulada, será derrocada por el próximo estallido en la
agenda. En un intento deberán de retorcer las palabras de sus propios libros,
intentando hacerles creer que todo era
parte de un plan astral. Desesperados intentaran reparar el daño con su basta reserva de oro,
pero no habrá manos lo suficientemente
fuertes para cargarlo. En su intento final ofrecerán la muerte como solución,
los más ingenuos llenaran las plazas con su propios cadáveres, mientras que el
resto colgara a sus líderes desde los monumentos a la paz, y huirán a refugiarse
bajo el techo del hombre sabio.
Más de uno vera la oportunidad de
autoproclamarse como líder de un animal sin cabeza, intentando erguir una nueva estirpe de
personas que sigan sus propios intereses, pero ninguno tendrá el encanto del
mesías original. Sin ser tiranos en su totalidad, conducirán a sus seguidores a
la muerte, una muerte peor que la producida por la energía atómica, una muerte
por una fe falsa. En una etapa final, antes de alcanzar “la verdad absoluta” se
realizaran interminables cruzadas filosóficas y existenciales, para encontrar
ese alguien en quien creer.
FINAL:
¿El hombre necesita a Dios, o Dios necesita al hombre?, una idea
tan simple y tan reveladora se presentara en las mentes que no perecieron, una idea que liderara un nuevo movimiento no
solo religioso también social. Les tomara décadas teñidas de rojo y días
negros, para darse cuenta de algo que para una minoría era evidente, una verdad
que siempre estuvo ahí, pero fue ignorada y opacada por la promesa de mejorar
milagrosamente lo inmejorable.
Recordaran las palabras “Dios es el título de un magno problema” (Zubiri, Xavier.1984) Entenderán que en un mundo
como el suyo, en el que la llama de la vida humana se encuentra amenazada por
el lago del infinito, no existe un ser
más allá de ellos a quien culpar, son ellos la causa del problema, y serán
ellos la solución. Se harán escépticos a los milagros y dejaran de dedicar sus peticiones al cielo, guiaran su fe a lo único real, en
lo único que pueden confiar… Confiaran en
ellos mismos. Por primera vez la fe será hacia el hombre mismo, se
entenderá como una verdad absoluta, que
pondrá a la raza humana en el centro del universo, los hará responsables de su
pasado y lo que suceda en el futuro.
“Dios y hombre” uno solo. Creerán en sí
mismos, tanto en los días soleados como
en las noches oscuras, serán hombres
absolutos que encontraran fuerza en su dios,
que son ellos mismos. Un hombre
que cree en el hombre.
ESTRUCTURA
SOCIAL Y FORMA DE VIDA
PROCESO:
Las más grandes metrópolis serán
las primeras en desaparecer en el umbral
de los hongos nucleares, dejando
a los titanes pioneros de los cielos, sepultados en toneladas de acero.
La población se reducirá; perecerán
niños, madres, gobernantes, ancianos; la violenta energía no es piadosa. Los
hospitales se volverán inútiles al igual que todo aquello que dependiese de electricidad.
Aquel pulso proveniente de lo profundo,
apagara las luces y nos recordara el por
qué le temíamos a la oscuridad. Afortunados serán los que al primer resplandor
se marchen ya que los que sobrevivan tendrán que observar el desfile de cuerpos, al ritmo de colores tóxicos.
Tomaran cada moneda y cada
billete, se sentirán seguros, sin saber que el valor ha quedado sepultado junto a sus sistema. La comida será
amarga sin importar el supermercado del que venga, a cada bocado consumirán su
propia vida. Formaran grupos de familia
y desconocidos, para cuidarse las espaldas de un enemigo que no conocen.
Encontrar paz en el movimiento
Su cabello se caerá, sus músculos desparecerán y comenzaran a vomitar sus propias entrañas,
pero así será como comprenderán el gran
peligro del calor invisible. Despertaremos un día con la piel desprendida de la
carne, para darnos cuenta que todo ha cambiado. En tan solo unos meses la
población se reducirá a la mitad, pero la mitad que viva huira a los campos
verdes, en busca de un pedazo de tierra sin manchas radioactivas.
FINAL:
Se tomaran decisiones que
podrán paréceles crueles ahora, pero ustedes no son ellos, nuestra mente aún
permanece virgen ante asuntos catastróficos.
Responderán con pánico hasta
que las cenizas de la anarquía se disipen, para luego comenzar a razonar.
Dejaran el futuro en las manos, no de las personas con las mejores intenciones
altruistas, sino en las de aquellos que
sepan distinguir el valor de la comunidad sobre el del individuo. Daremos aquel
gran paso rumbo al tan temido comunismo y un poco más allá. No será
desesperación será simplemente evolución. El capital y las clases sociales desaparecerán,
las personas tendrán valor acorde con la función que desempeñe en la comunidad…
Por fin su valor será real.
Los lugares en los que la
vida podrá desarrollarse plenamente, serán
pocos, que se restringirá el acceso solo a las personas que sean útiles para
la comunidad. La vida se volverá
bicolor, con tono blanco dentro de las nuevas ciudades y negro en el
salvaje entorno fuera de ellas.
Negro:
Las
personas expulsadas de las nuevas sociedades, serán personas productivamente
inservibles, en su mayoría ancianos y discapacitados. Se verán obligados a
deambular por los restos de las antiguas ciudades tan expuestos como un nervio.
Les dejara de importar su vida, muchos de ellos acabaran con ella antes de defenderla y los valientes que afronten la realidad deberán
de perder su dignidad, se volverán en un especie intermedia entre el ser humano
y las bestias.
Blanco:
Aunque pequeñas en tamaño las ciudades serán tan altas como pocas en el pasado.
Atravesaran las nubes edificios llenos de personas apiladas una sobre otra,
mientras que las redes de cables impedirán que la luz del sol atraviese .No existirá
edificio inútil, nada en la nueva vida lo será, todo será esencial. Nos
despediremos de hobbies como el cine y
el teatro, porque no habrá espacio para recintos; la música dejara de crearse a
falta de instrumentos, los deportes se olvidaran por la carencia de jugadores; De ellos solo
quedaran el legado que logro documentarse.
La vida será rutinaria, pero
segura. La voluntad y la creatividad serán casi nulas, nos limitaremos a
disfrutar lo existente, olvidaremos nuestros propósitos personales y solo
buscaremos satisfacer los instintos más primitivos.
El ser humano dejara de ser individuo y se tornara en comunidad.
MORAL
Y VALORES
PROCESO:
Intentaran aferrarse a los discursos
de amor y respeto, de los cuales en su
tiempo tanto se enorgullecieron de haber
creado, pero será imposible. Después del caos producido por las explosiones,
verán caer uno a uno, aquellos valores en los que fundamentaron su vida.
Observaran la verdadera naturaleza del ser humano, verán a personas hundidas
en la desesperación devorarse entre sí y a madres cambiando a sus hijos por recursos.
La avaricia consumirá a los dueños de
las grandes reservas, la gula será su propio verdugo. Incluso los más
admirables ciudadanos dejaran atrás sus
principios, cuando encaren la terrible realidad. Todos se corromperán poco a poco.
Nadie nunca fue puro, solo fingían; en
realidad nunca les importo lo que tanto aclamaban. Se volverán egoístas,
asesinos, traicioneros etc. serán la cara opuesta de su antiguo yo.
FINAL
¿Que son los valores, sino
la representación opuesta de nuestra
naturaleza? Son simples palabras basadas en nada, que no hacen más que mellar
la ya marginada libertad. Basar los lineamentos de conducta de una sociedad,
en la simple idea de lo que para algunos es “correcto”, no es más que una
simple mentira.
El
hombre nunca ha podido seguir fielmente las reglas, ya que siempre existió esa necesidad de ir más
allá de lo permitido, esa sensación de libertad suprema que invita a vivir.
Aun sabiendo esto, se siguieron creando
manuales y normas de acción y pensamiento;
Simples palabras que intentaron marcar el camino amarillo. Aunque
funcionales por momentos, las reglas de la sociedad moderna tenían un error
evidente, no son universales. El ser humano es impredecible por naturaleza.
Todos mienten, si todos
miente, no hay nada real, ni siquiera
las personas lo son, ¿Porque deberían de serlos simples palabras como lo
son los valores? Tal vez todos somos parte de una gran mentira, que gira alrededor del más grande engaño, llamado
moral.
Solo hace falta un mal día
para que una persona abandone ese tenue camino; no son más que corderos caminando en hielo intentado seguir
el rebaño. No bastara más que un poco de inestabilidad en nuestro futuro, para
perdernos en la completa e insana libertad que tanto anhelamos y tememos
CONCLUSION
Somos una camada de
miserables, nacidos justo entre los tiempos del descubrimiento y el caos. No
tuvimos la dicha de forjar nuestro planeta, hemos recibido un mundo que fue
hecho por los padres de nuestros abuelos, y que aun ahora solloza por sus
errores. Intentar sanar los estigmas que se encuentran a nuestro alrededor es
inútil, las heridas son tan profundas que
trascenderán incluso nuestra generación, no queda más que esperar a que
el lejano horizonte del futuro se acerque, sin importar lo mal que luzca. Solo
somos el daño colateral de las decisiones de nuestros antepasados, vivimos
injustamente lo que ellos esperaban vivir.
Pero al igual que las malas
decisiones, somos capaces de observar los aciertos del pasado, que aunque
reducidos en comparación con los errores, dan toques de color a nuestra existencia; vuelven al
pasado una constante de equivocaciones que valieron la pena.
Aunque nuestro presente no
luzca de todo mal, lamentablemente no pasaremos toda nuestra vida estáticos en
esta porción de espacio tiempo, ya que
como mencione al inicio, el tiempo desfila al ritmo de los segundos. No debemos
temerle, pero tampoco podemos ignorarlo, ya que el futuro está cada vez más
cerca.
La generación a la que
pertenecemos, se ha acostumbrado a un estilo de vida lleno de comodidades y
extravagancias. Crecimos en un entorno que siempre nos incisito a pensar a
futuro de manera positiva, nos hiso creer en los finales felices y que
todo podía repararse con un
“perdón”, nos mantuvo en sueño de lo esperaban que fuese. Pero todo sueño
acaba cuando la hora en el despertador llega. Nuestra hora está a punto de
resonar en nuestro oído, los matices de nuestra vida diaria son cada vez más
opacos, las cosas buenas están terminando, y la impaciente sombra de la realidad
se acerca.
En lo personal jamás pensé
en mi vida dentro de cincuenta años y ahora que lo hago, desearía nunca haberlo
hecho, la idea de abandonar todo lo que apreció es aterradora; Crecí siendo un
soñador, y ahora que sé, que más
temprano que tarde deberé despertar, tengo pánico. Siendo soñador o no, soy libre, aun puedo elegir no elegir nada,
estoy a tiempo de evitar el terrible sonido del despertado.